En un inmenso operativo que involucró: fuerzas policiales federales, aeroportuarias, infantería provincial, y fuerzas armadas militares; Milei llegaba a Mendoza rodeado de un intenso protocolo de seguridad para reunirse con la IAEF, en una convención financista de élite. Con manzanas enteras cortadas y valladas, el presidente llegó y se fue rápidamente en un costoso despliegue de fuerzas de seguridad a toda velocidad por calles secundarias, evitando lo máximo posible cualquier roce con el pueblo (oficialista u opositor) mendocino.
Del otro lado, en la avenida principal, frente al hotel donde se daba la convención financiera, una movilización de más de cuatro cuadras le hacía llegar al presidente y al gobernador una serie de diversos reclamos. Entre las principales consignas se encontraban salarios dignos, aumento jubilatorio, la entrega de alimentos y la situación de hambre en los barrios populares, como también el repudio a la aprobación del RIGI, la modificación del código de aguas, los despidos, la represión policial y la grave crisis que atraviesan el sector científico y universitario.
“Yo lo voté y me arrepiento… iba a ajustar a la casta, no a los jubilados. Vine con mi nieta que es estudiante, también lo votó, pero esta acá conmigo”, decía una jubilada en medio de la manifestación, en un ejemplo palpable que evidencia que algo empieza a reconfigurarse desde abajo en una provincia donde Milei arrasó con más del 70% de los votos.
Mientras tanto, las fuerzas del cielo se reunían en un evento de élite en el lujoso hotel Sheraton, con la participación de empresarios y miembros del FMI. Sin hablar, ni soltar ningún anuncio para Mendoza, ni para su economía regional, el presidente de la nación centró su discurso en responder con teorías económicas primitivas, números inventados y violentos “chistes” sexu4les a una carta abierta de Cristina F Kirchner. Solo se supo, por trascendidos, que el presidente le ofreció a Alfredo Cornejo presidir a los gobernadores en el por ahora inexistente, Consejo de Mayo, algo que el gobernador no habría aceptado y solo prometió “estudiar la propuesta”.
En definitiva, el paso de Milei en Mendoza no aportó ninguna medida concreta para la región, que transita una economía cada vez más destrozada, con tarifazos, cierre de pymes y una pobreza que prolifera y se profundiza. En el medio: la emergencia hídrica y la profundización de una matriz productiva extractivista deja los recursos estratégicos de la provincia en la mira de intereses extranjeros, mientras habita día a día la sed y la desnutrición infantil en los sectores populares, en una Argentina donde uno de cada tres niñxs se va a dormir con hambre.
Por Emma Aguirre de Amor Y Pólvora