El pasado domingo primero de diciembre 25 trabajadores de la fábrica local Gonzalo recibieron una noticia devastadora: el cierre de la planta en la que habían trabajado durante años, sin previo aviso ni explicaciones claras. La información llegó a través de un mensaje de WhatsApp, dejando a las familias en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad.
Hablamos con Luis Sartorio , quien acumuló 33 años de trabajo en la empresa y nos relató cómo él y sus compañeros fueron sorprendidos por el anuncio. Hasta la fecha, no han recibido notificación formal de despido ni documentación oficial que explique los motivos del cierre. La falta de comunicación por parte de los dueños de la fábrica ha generado una gran incertidumbre entre los afectados. Por lo pronto los trabajadores se encuentran a la espera de una reunión con los representantes legales de la patronal.

El cierre afecta directamente a 25 familias que dependen de los ingresos generados en la planta. Además los trabajadores no han recibido sus salarios correspondientes al mes de noviembre ni el aguinaldo lo que agrava aún más su situación económica. Estas familias enfrentan un futuro incierto mientras intentan cubrir sus necesidades básicas y hacer frente a los compromisos financieros.
Ante la falta de respuestas los trabajadores han iniciado los procedimientos legales necesarios para buscar una solución a su situación. Sin embargo hasta el momento no han obtenido ningún avance concreto. Los empleados continúan esperando frente a la fábrica con la esperanza de recibir noticias o explicaciones sobre el cierre y su situación laboral. Se suma además el papel de la burocracia sindical que se ha esforzado en hacer muy poco y sobre la que pesa una profunda desconfianza.
Estos despidos se suman a los muchos que el gobierno actual detenta y se enfrenta a una desidia en la que ni la justicia, ni el gobierno, ni los patrones dan respuesta a la situación en el marco de un proceso de recesión generalizada que deja fuera del circuito laboral a muchas familias y suma trabajadores desocupados.